lunes, 4 de abril de 2011

POR LAS 40 HORAS DE JORNADA LABORAL SEMANAL

De acuerdo al discurso oficial, políticamente correcto, la familia es el centro de las políticas públicas del estado chileno. El sistema de subsidios para superar la pobreza se supone que apunta en esa dirección.
La constitución, el gobierno, la concertación, los empresarios, las iglesias; lo más granado  de nuestra sociedad, hace profesión de fe hacia la familia y su bienestar.
¿Pero en verdad, están haciendo todo lo posible, incluyendo lo políticamente posible en favor de las familias de Chile?
Al respecto sólo quiero poner en discusión un solo tópico que creo es muy relevante para este tema, el cual es la jornada laboral  existente actualmente en el país.
Una jornada laboral de 45 horas, especialmente para los trabajadores de oficinas, públicas o privadas, empresas o servicios; implica en su mayoría trabajar de lunes a viernes 9 horas diarias, mas media o una hora de colación, a lo que hay que sumar un promedio de viaje del hogar a la fuente laboral de una hora, tanto de ida como de regreso; lo que nos da un promedio aproximado de 12 horas diarias fuera de casa de parte de los y las trabajadoras; lo que implica, que durante la semana laboral, los jefes y jefas de hogar, o sea los padres, apenas ven a sus hijos en la mañana unos minutos, lo mas probablemente para dejarles algunas indicaciones, si son escolares, o para despedirse de ellos, si son pequeñitos preescolares; y en la tarde-noche cuando llegan, cansados, probablemente malhumorados con el transantiago, apenas crucen unas palabras para saber como les fue en el colegio, instituto o universidad.
12 horas diarias fuera del hogar. ¿En que momentos esos padres educan a sus hijos, le dan afecto, comparten sobre sus vidas, crecen como familia, fortalecen sus lazos afectivos?; comentan sobre sus estudios, sobre los programas de televisión que han visto, sobre sus juegos y amistades.
Sin duda que en este contexto, y en el contexto social en que vivimos, con los peligros de la pedofilia, las drogas y la delincuencia, no podemos dejar a nuestros niños y adolescentes tantas horas solos, sin compartir con ellos esas 60 horas a la semana, que implica trabajar fuera del hogar una jornada de 45 horas.
No espero que se reduzca la jornada laboral abruptamente, de las 45 horas actuales, a las 30 horas como en Holanda, pero si creo, que como país, y como Estado chileno, se cuentan a con los recursos económicos, políticos y culturales que permiten reducir la actual jornada laboral de 45 a 40 horas semanales.
Con ello, a lo menos, ganaríamos una hora diaria para que los padres estén más tiempo con sus hijos.
Si la clase política, que se define como cristiana y/o humanista, si se toma en serio sus discursos programáticos, de mejorar la calidad de vida de todos los chilenos; les hago un llamado, como un simple ciudadano, a instaurar en Chile una jornada laboral de 40 horas.
Sumémonos a esta campaña por las 40 horas de jornada semanal de trabajo para todos y todas los chilenos y chilenas.

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